La política de un hijo por pareja o política de hijo único, es una medida
de control de la población establecida en zonas urbanas de China , vigente desde el año 1979 , con el objetivo de establecer un radical control de la natalidad que redujera el crecimiento de la población excesivo o superpoblación. China es el país más poblado del mundo, alberga la quinta parte
de la población mundial.
El
gobierno chino introdujo la política en 1978 para aliviar los problemas sociales y ambientales de China. La política es polémica tanto dentro como fuera de China
debido a las cuestiones que plantea; debido a la manera en la cual se ha
aplicado (para algunas personas agresiva), y debido a preocupaciones por
consecuencias económicas y sociales negativas. No obstante, exámenes reciente
emprendidos por el centro de investigación del banco de China, demostraron que
cerca del 75% de la población, apoya la política.
En febrero de 2008 el
oficial del gobierno chino, Wu Jachutomiko, dijo que la política del sempai sería
reconsiderada,
La
política se hacía cumplir a nivel provincial a través de multas en la renta o pago de la familia y de otros factores. En noviembre de 2013, en el Tercer Pleno del 18 Comité Central del Partido
Comunista Chino (PCCh), se tomó la decisión de permitir tener dos hijos a las
parejas en las cuales el padre o la madre no tengan hermanos. Esta medida
supone un cambio en la controvertida política del hijo único.
En octubre
de 2015 China abandonó definitivamente esta política, manteniendo sin embargo,
un límite de dos hijos por pareja. La implementación de la nueva política será
gradual; las parejas que deseen tener un segundo hijo seguirán un proceso de
solicitud simplificado.
Consecuencias:
China es
el país más poblado del mundo, con más 1.370 millones de habitantes,
un 18,83% de la población mundial. Una gran población, pero con un bajo
porcentaje de jóvenes y una tasa de crecimiento demográfico de 0,47%. Estos
datos son, en parte, fruto de la política del hijo único implementada en 1979,
que tenía el objetivo de controlar el crecimiento demográfico del país. Se
calcula que esta política evitó entre 350 y 400 millones de nacimientos desde
su implantación en 1979 hasta que ha dejado de estar vigente en octubre de
2015. Además, la política de hijo único ha causado un grave desequilibrio entre
el número de mujeres y hombres. En China de cada 100 niñas nacen 118 niños.
Esta desproporción ha aumentado el tráfico de mujeres procedentes de países
pobres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario